La evolución dentro de las nuevas tecnologías es algo importante para que las empresas no queden obsoletas al poco de iniciar su andadura. Festuc es un ejemplo de esa evolución dentro del entorno de las redes sociales.
Las posibilidades para establecer contactos, hacer amigos o simplemente compartir algo de información en la web 2.0 son casi infinitas. De hecho, la aparición de servicios sociales como Facebook, MySpace o Tuenti fueron en su momento un detonante para la explosión de las redes sociales tal y como las conocemos hoy en día.
Qué hace de Festuc una apuesta distinta
Está claro que es muy complicado innovar dentro de un campo de acción como éste, en el que cada día aparecen nuevos competidores y donde todo está ya inventado… o eso podría parecer. Festuc se puso en marcha en el año 2006 bajo la dirección de Toni Salvatella, empresario experto en CEO. En su origen, también este sitio pretendía abrirse camino en el complejo y competitivo mundo de las redes sociales en español, pero tuvieron la pericia de profundizar en un campo que estaba siendo dejado de lado por sus principales competidores: la telefonía móvil.
Este portal está orientado a un público muy concreto: jóvenes de entre 18 y 30 años que suelen salir por la noche y que tienen una agitada vida social. De esta forma, el registro en Festuc permite acceder a servicios muy similares a los de otras redes sociales y que consiguen que la comunicación entre usuarios sea fluida: subir fotografías, escribir nuestro perfil o hacer públicos los sitios por los que solemos salir.
Hasta aquí, nada excepciones. Sin embargo, Festuc también ofrece la posibilidad de enviar o recibir mensajes gracias a nuestro teléfono móvil. Así, podemos enviar mensajes con nuestra “posición”: es decir, el lugar donde nos encontramos (el bar de copas, el restaurante, etc.); y de la misma manera, también recibiremos mensajes de otra gente que salga por la misma zona.
De lo virtual a lo real
En apariencia, puede parecer un servicio un tanto superfluo, pero las ventajas son abundantes, aunque sutiles. Por una parte, se establece una rapidez inédita en el uso de este tipo de servicios, ya que la movilidad que se ofrece permite al usuario estar siempre al tanto de lo que ocurre. Por otro lado, se llevan las ventajas de las redes sociales (conocer nuevas personas, compartir información) al terreno de lo real, a la calle.
Un usuario puede enviar un SMS para comunicar a todos que está en un bar de copas concreto y lo que ocurre ahí: si parece interesante, otros usuarios pueden acudir o enviarle información adicional. El conocer gente o descubrir nuevos lugares pasa de ser una experiencia virtual a convertirse en un acto real, donde la interacción no pasa por el teclado del ordenador.
