
Los factores del éxito de una empresa se ordenan en tres grandes rubros: características del mercado, desarrollo de una buena operación y una labor de dirección eficaz.
Vamos a comentar cada uno de estos grupos y su específico rol en la viabilidad que consiguen para todo negocio de medianas dimensiones.
Factores del éxito de una empresa de mercado
Tan importante es un buen desenvolvimiento en los negocios, como el ámbito en donde ellos se generen. La competitividad de un producto o servicio de elevada manufactura, propicia una presencia de mercado sumamente redituable.
Lograr una base de mercado que favorezca gran demanda a largo plazo, depende en mucho de la calidad ofrecida por una empresa en sus elaboraciones.
Factores de operación
La operación de las pequeñas y medianas empresas es el segundo factor determinante del éxito. Elementos capitales en esta vertiente son: una línea de producción basada en la optimización continua de los recursos, el no dispendiar sin sentido, sacarle provecho al máximo a las instalaciones con que se cuente, tener eficaces sistemas productivos e inventarios constantes.
Por supuesto, la capacitación que se otorgue al personal de una compañía es un impulsor vital para estos factores, razones todas relacionadas con la productividad general de una empresa.
Factores de dirección
El hecho de que este grupo de causantes del éxito se presente al final, no quiere decir que su importancia sea menor comparada con la de los otros dos grupos de factores. De hecho, la dirección que tenga un proyecto empresarial es una condición para que logren aparecer los otros factores comentados: el buen mercado y la operación más conveniente. En lo que se refiere a una eficiente dirección, esta debe ostentar una estrategia bien definida, acompañada de revisiones y diseños renovados con la periodicidad debida.
Además, toda firma precisa de una conducción flexible y adaptable a las circunstancias de mercado imperantes, enfocada también, a la gestación de una nítida ventaja competitiva y con perspectiva de largo plazo. Las cualidades particulares de un emprendedor son también un importante factor a considerar. La capacidad directiva, preventiva, de liderazgo y de sociabilidad son cualidades que todo directivo debe cultivar.
Asimismo, el amor demostrado al proyecto en su conjunto tiene un gran peso y genera un contrapeso emocional e intuitivo a todos estos esquemas que podrían parecer demasiado abstractos. En última instancia, el éxito de un negocio solo puede comprenderse desde una perspectiva holística.