Llevamos meses, incluso años, asistiendo impasibles a grandes casos de corrupción tanto institucional como empresarial. Ha llegado un momento en el que ya no nos sorprende nada. Estos escandalosos casos de corrupción se repiten cada día en los medios de comunicación y hemos acabado por asumirlos como algo normal.
A nadie le sorprenden ya las artimañas utilizadas por determinadas empresas (grandes sobre todo) para escaquearse de sus responsabilidades fiscales, responsabilidades que acabamos pagando todos los de siempre.
En un mundo en el que los paraísos fiscales están a la orden del día –los tenemos repartidos por todo el mundo, hay una gran variedad para elegir– el objetivo de los gobiernos de las grandes potencias debería ser acabar con ellos de una vez por todas.
Las cifras de la vergüenza
- Las 62 personas más ricas del planeta tienen la misma riqueza que los 3,6 billones más pobres.
- El 30% de toda la riqueza financiera africana está fuera del continente, en paraísos fiscales. Esto supone 13.000 millones de ingresos en impuestos perdidos cada año. Con este dinero, se podría pagar la sanidad de mujeres y niños y así, SALVAR LA VIDA DE 4 MILLONES DE NIÑOS CADA AÑO o invertir en educación para contratar suficientes profesores para que TODOS LOS NIÑOS AFRICANOS PUDIERAN IR AL COLEGIO.
- 9 de cada 10 de las empresas más grandes del mundo tienen presencia en paraísos fiscales, lo que supone que acaben pagando menos impuestos que si tributasen en sus propios países.
Si el sistema fiscal es justo, la mayoría sale ganando
El problema es que el sistema fiscal no es justo. No es justo para los 896 millones de personas que viven en condiciones de extrema pobreza. No es justo para los 57 millones de niños y niñas sin escolarizar. Ni para los 663 millones de personas que no tienen acceso a agua apta para el consumo.
Oxfam Intermón denuncia esta situación, y nos pide nuestra implicación para acabar con la era de los paraísos fiscales. Firma ahora su petición. Con tu apoyo, pasarás a formar parte de una comunidad global que trabaja para exigir a los líderes mundiales que, de una vez por todas, pongan fin al uso de los paraísos fiscales.
