El nacimiento de una nueva empresa supone la elección presente y futura de a qué mercados presentes y futuros nos dirigiremos, pues según la decisión que adoptemos la estructura de la empresa podría variar en aspectos fundamentales. ¿Cómo hacer que una empresa local sea global?
Inicios: empresa local
A priori y salvo contadas y raras excepciones, cabe destacar que toda empresa nace en un ámbito local y que su objetivo es abarcar los máximos mercados posibles, pero eso no tiene porque ser siempre así, pues según el producto o servicio que ofrezcamos nos puede interesar dirigirnos a uno u otros mercados.
Habrá productos o servicios que ofrezcamos que estarán pensados para ofrecerlos a un mercado máximo de consumidores/clientes, aunque sea adaptándolo o no a las características especiales de cada mercado, pero también nos podemos encontrar con otros productos o servicios donde su territorialidad, la localización precisa y el servir a un grupo regional concreto sea la base del éxito de esa empresa. Por lo tanto, encontraremos empresas que para obtener unos resultados X operaran en Y mercados, y otras empresas que para obtener esos mismos resultados operarán en un solo mercado.
La importancia del saber estar en el mercado
Pero sea cual sea el mercado o los mercados a los que se dirige la empresa y, en definitiva, el grado de internacionalización de la misma, lo que sí que está claro es que hoy en día en este mercado globalizado, sin fronteras y con competidores fuertes y feroces, hemos de tener un modelo empresarial basado en este nuevo concepto de mercado y no pensar solo en nuestra “parcelita”.
Igual no vendemos en el extranjero, pero hemos de tener una estructura y mentalidad abierta para hacerlo si es necesario. Aunque esa internacionalización igual no llegue nunca para nosotros, siempre hemos de mantenernos globalizados como empresa; igual no vendemos en el extranjero como empresa, pero sí que compramos o contratamos en esos mercados foráneos; sobretodo, hemos de pensar que nuestro mercado, que nuestros clientes, proveedores, trabajadores e incluso competidores ya no se encuentran al otro lado de la calle, sino que provienen o pueden provenir de más lejos, mucho más lejos.
